Mitología: Mitología griega
Nombre: Las amazonas
Protagonistas: Ares, Harmonía, Artemisa, Hipólita, Hércules, Hera
Las amazonas eran un pueblo formado únicamente por mujeres. Estas eran descendientes de Ares, el dios de la guerra y de la ninfa Harmonía.
En su gobierno no intervenía ningún hombre, y su presencia solo era permitida si estos iban a desempeñar trabajos de servidumbre. Para que su raza perdurara una vez al año se reunían con hombres extranjeros, pero solo se quedaban con las niñas, algunas historias cuentan que a los niños los mutilaban, y los dejaban cojos y ciegos, otras dicen que los mataban.
Las leyendas cuentan que por decreto a todas las niñas se les cortaba un pecho, para facilitarles el uso del arco y de la lanza. Se dice que de este hecho proviene su nombre "amazonas", del griego "amazwn", que significa "las que no tienen pecho". Eran grandes guerreras, y por ello veneraban a Artemisa, la diosa cazadora. Se cree que ellas fundaron Éfeso y construyeron
el gran templo de Artemisa.
Cuentan que cabalgaban tan bien que podían bailar sobre el caballo, levantarse sobre el, e incluso saltar de un caballo a otro. Para ellas los caballos eran tan importantes que muchos de sus nombres empezaban con el prefijo "Hipo-".
Hay muchas historias sobre grandes héroes que se enfrentaron a las amazonas, una de las más famosas es la de Hércules, que cumpliendo con uno de los doce trabajos que el rey Euristeo le encomendó, se dirigió a conseguir el cinturón de la reina Hipólita. Esta impresionada por Hércules y sus hazañas accedió a entregarle su cinturón y su virginidad, mas las
amazonas tenían una tradición, antes de acostarse con un hombre luchaban con el para saber que era fuertes y digno para engendrar a sus hijas, entonces durante el duelo Hera intervino, hizo que las amazonas creyeran que Hércules quería secuestrar a Hipólita, y las amazonas le atacaron. Tras un sangriento enfrentamiento Hércules acabó matando a Hipólita, se llevó el cinturón y regresó junto a Euristeo.
Realidad o mito las amazonas siguen siendo una gran incógnita, incluso para los mayores estudiosos de la mitología.